Mirto (Myrtus communis) El camino de vuelta a casa…

Conocido como Murta o Murtera es considerado uno de los más bellos arbustos de la garriga Mallorquina. Normalmente tiene una altura de uno o dos metros de alto, pudiendo llegar a los cinco metros. Sus flores en forma de estrella y generalmente de color blanco tienen cinco pétalos con numerosos estambres. El fruto se compone de bayas redondas que contienen varias semillas, más comúnmente azul-negro en color, que era usado antiguamente para elaborar una especie de café que excitaba los riñones i provocaba la diuresis. Las semillas son dispersadas por las aves que se alimentan de las bayas. Sus hojas nos ayudaran a identificar la planta. Son opuestas, brillantes y de forma un poco ovalada, si las miramos a contra luz con una lupa, veremos una gran cantidad de puntitos translúcidos.Son las glándulas de aceite esencial que desprenden su olor dulce, intenso y alimonado cuando presionamos las hojas entre los dedos.

Usos tradicionales y simbólicos:
En Europa es el único miembro indígena de su familia,(las Mirtáceas),otro género del cual el eucaliptus,también tiene glándulas odoríferas en sus hojas(de uso medicinal).
Con la corteza, hojas y flores de mirto se elaboraba un agua perfumada muy especial llamada “Eau d’Anges” que fue preparada en Francia y utilizada en perfumería y como tónico astringente. También las mujeres del sur del país solían beber una infusión de las hojas todos los días para mantener su juventud y belleza.
Pero la gran fama de este arbusto viene sobre todo de su uso como símbolo de amor, de paz y como árbol sagrado de Venus en tiempos clásicos. Estaba dedicado a Afrodita, diosa del amor en antigua Grecia.
Las novias el día de su ceremonia preparaban coronas con sus hojas, lo mismo para los vencedores de los juegos olímpicos que eran coronados con guirnaldas de Mirto. En Roma se coronaban a poetas y actores teatrales.
En los tiempos bíblicos, las mujeres judías llevaban guirnaldas de mirtos en la cabeza el día de su boda como un símbolo del amor conyugal, y para llevar suerte en sus relaciones. Todavía se lleva a menudo con la flor de naranja como una flor de novia tradicional.
En la tradición musulmana, el Mirto estaba entre las “cosas puras” que Adán sacó del jardín del Edén. Ha sido también considerado el emblema del honor y la autoridad, y lo llevaban los jueces atenienses cuando ejercían sus funciones.

Usos medicinales:
Teofrasto filósofo griego considerado el padre de la botánica, confirmó el lugar del Mirto en la terapia, y agregó que el mejor y más oloroso árbol vino de Egipto.
Dioscórides también prescribe un vino en el que se han macerado las hojas de Mirto, con la siguiente anotación; <>. También la empleo en infecciones de estómago y riñón.
En el siglo XIX el mirto se utilizaba contra las infecciones bronquiales, los trastornos genitourinarios y las hemorroides. Había quedado prácticamente obsoleto en la terapéutica moderna hasta que en 1876 fue recuperado por un médico investigador (Jean Delioux), que recomendaba la tintura de sus hojas como loción astringente, el polvo en uso interno para el catarro crónico y la menorragia, y una infusión para la bronquitis crónica, tos, asma y dolor de garganta.
Los antiguos egipcios conocían bien las propiedades terapéuticas de mirto, la maceración de las hojas en vino era usada para combatir la fiebre y la infección.

Usos populares en las islas:
Era tradición que las mujeres llevaran MirtoMurta” el día de su casamiento como símbolo de unión y buen amor.
El Señalado día de las vírgenes, cuando los jóvenes salían a cantar y comer buñuelos, solían dejar un brote de murta en la puerta de la mujer deseada como símbolo de amor encendido.
Según Quer, <>.
Las flores y hojas han sido usadas como anticatarral y antiséptico. En las islas tenía los siguientes usos medicinales: afecciones de la piel y pulmonares, bronquitis crónica, asma, tos, dolor de garganta, almorranas y trastorno genitourinarios.
El fruto de ciertas variedades es comestible, y antiguamente en Mallorca era común injertar los mirtos (murteras) para obtener frutos más dulces, que comían los niños y no tan niños. Con el mismo fruto se elaboran confituras caseras con un sabor y aroma muy peculiar.

El camino de vuelta a casa…
Tengo la suerte de vivir en un lugar donde los Mirtos crecen alegremente creando mágicas comunidades. El sutil aroma de sus hojas invita a acercarnos, nos embriaga y como guiados por pequeños duendes nuestros pies avanzan hasta llegar a sus limpias y suaves faldas. Entre ellas vuela una sensación de paz que nos permite sentir el silencio protector de un cálido regazo. El alma, seducida por su bello movimiento nos recuerda antiguas emociones ya vividas.
Los verdes Mirtos invitan a cerrar los ojos, a respirar, a acunarnos, a llenarnos de la vida sana que corre por su dulce savia. Su información es directa y clara. Tienes el permiso para amar, ya conoces el camino de vuelta a casa.