Hoy me toca compartir lo que entre mujeres descubrí. Hoy destilo rodeado de la esencia más sagrada. Honro cada paso que dan en el camino y agradezco poder estar cerca de ellas para beber de tan sabia fuente. Hoy me toca recordar que mi viaje está marcado por sus huellas. Hoy las miro y me siento uno entre ellas.
Gracias a mi querida amiga Bianca Bodero por traer del futuro las semillas que abrirán las memorias sanadoras del pasado. Gracias a las viajeras de Semilla Mediterránea por abrir sus corazones y ponerlos a destilar.